Efectos de Testosterona como Moduladora de la Inflamación

Dra. Cristina Maldonado
jueves 26 de Agosto a las 18:00hs.

El Acto Académico de carácter virtual se llevó a cabo el jueves 26 de Agosto a las 18:00hs.
Presentación: Acad. Ana María Masini Repiso

 

Antecedentes Curriculares de la Dra. Cristina Maldonado

  • Doctora en Bioquímica.
  • Investigadora Principal de la Carrera de Investigador Científico y Tecnológico de CONICET.  Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud (INICSA-CONICET).
  • Vicepresidente de la Asociación Argentina de Microscopía (SAMIC).
  • Profesora Adjunta (Dedicación Exclusiva) del Centro de Microscopía Electrónica (1984-marzo 2021).
  • Vicedirectora del Centro de Microscopía Electrónica de la Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional de Córdoba (2014-marzo 2021).
  • Vicedirectora del Centro INICSA-CONICET (2016- 2017).

 

Resumen de la Conferencia:  

En los últimos años, nuestras investigaciones se han centrado en esclarecer el rol homeostático de los andrógenos modulando la respuesta defensiva del epitelio y su estroma frente a estímulos inflamatorios. En la próstata, glándula dependiente del trofismo del andrógeno, se evidenció que testosterona regula positivamente la expresión de proteínas antiinflamatoria/inmunomoduladoras  (prostateína, galectina-1 y TGFβ) y suprime las proinflamatorias  (TLR4, NF-kB, IL6, TNFa) (Quintar y col, 2006 y 2012); en correlación con este efecto de los andrógenos, en modelo de prostatitis bacteriana y niveles fisiológicos de testosterona, la respuesta defensiva de la glándula fue poco eficiente  en comparación con animales castrados, destacándose además un mayor infiltrado de neutrófilos y  baja eficiencia bactericida a juzgar por el contenido de bacterias intactas (Quintar y col, 2012). En estudios in vitro verificamos que testosterona atenuó la respuesta de las células  musculares lisas prostáticas (CMLp) al estímulo inflamatorio  con LPS, resultando en menor  de diferenciación, menor diferenciación de miofibroblastos, menor producción de citoquinas y matriz extracelular, y menor proliferación (Leimgruber y col., 2013 y 2017). La aparente contradicción entre el conocido efecto proliferador de testosterona y la disminución de la proliferación en respuesta a inflamación fue esclarecida usando estrategias para evaluar la posible respuesta diferencial a testosterona (T) según activará  AR intracitoplasmáticos  con T libre ó AR de membrana  con T-BSA. Así se demostró que los efectos atenuantes de la inflamación ocurren sólo cuando testosterona ingresa a la célula y estimula receptores intracitoplasmáticos, en tanto que los receptores de membrana no solamente no fueron capaces de modular la inflamación sino que produjeron una proliferación mayor (Peinetti y col, 2018). En línea con lo encontrado, testosterona determina que los neutrófilos se polaricen hacia un perfil antiinflamatorio y de baja eficiencia bactericida, tanto al ser reclutado a la glándula por un estímulo bacteriano como estimulados in vitro (Scalerandi y col, 2018). Finalmente, en un trabajo reciente se desarrolló una estrategia para impedir que testosterona se una a receptores de membrana presentándola incorporada dentro de una micela de GM1; de este modo se logró promover específicamente la señalización genómica vía receptores intracelulares y sus efectos, evitando la señalización vía receptores de membrana y su hiperproliferación (Peinetti y col, 2020).  Teniendo en cuenta que muchas patologías inflamatorias crónicas transcurren en edad avanzada y bajos niveles de testosterona, como por ejemplo la hiperplasia prostática benigna, estos resultados son promisorios y alientan a continuar investigando con el fin de esclarecer si existe beneficio o no en el tratamiento de la inflamación crónica con una formulación de testosterona que logre  esquivar los efectos señalizados desde receptores de membrana.

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