La Ciencia es Amistad. Aplicaciones de las Tecnologías Informáticas y de las Neurociencias Cognitivas a Personas con Discapacidad.

Desde mi primeros pasos en la investigación científica, que comenzó en el Laboratorio de Psicología Experimental y Comparada en La Sorbona, en los años 50, mi maestro Paul Fraisseme enseñó “a ser arriesgado” en mis propuestas de investigación. Es así que me atreví a estudiar los movimientos oculares usando un modelo matemático fractal, y más adelante con Jean Piaget a seguir los pasos de nuestro colega Seymour Papert en el nuevo campo de la educación digital en el MIT, que continué gracias a mi amistad con el ingeniero Horacio Reggini en la Argentina, pionero en el tema de la informática y difusor del lenguaje LOGO en nuestra región. 

Un paso decisivo fue la aplicación de las computadoras en la rehabilitación de personas discapacitadas, paso que dimos con mi amigo Carlos Robles Gorriti en su servicio de Salud Mental Pediátrica del Hospital Italiano. De allí, entre otras iniciativas, inauguramos las primeras aulas con computadoras en una institución dedicada a la educación de los niños sordos en los 60, el Instituto Oral Modelo, IOM. Entablamos desde entonces una profunda amistad – que aún continúa y se enriquece cada vez más- con el joven Percival J. Denham, ingeniero informático, en el instituto fundado por su familia, tal vez uno de los primeros en su género en el mundo. Todo nos llevaba a profundizar en el tema de la informática y la discapacidad. Fundamos varios centros en la región – gran parte en Brasil- y yo fui invitado en 1976 a una conferencia internacional al Massachusetts Institute of Technology, MIT, donde trabajaba mi amigo Papert y su socio Marvin Minsky, creadores del Laboratorio de Inteligencia Artificial. Ya entonces comenzaba a crecer la figura de Nicholas Negroponte, que propulsó la creación del Media Lab, para cubrir una multiplicidad de campos. En ese evento conocí al eminente médico francés JérômeLejeune, que descubrió la trisomía 21, causante del Síndrome de Down. Con Lejeune, otro amigo que enriqueció mi vida en muchos aspectos básicos, asistimos a las primeras aplicaciones de la informática en este tipo de trastornos neurocognitivos. Tuve la oportunidad de viajar a París en los 80 para colaborar en la creación por Nicholas Negroponte del Centre Mondial Informatique y de poder asistir a varios niños trisómicos. Jérôme era una persona excepcional y acaba de ser considerado “venerable” por el Papa Francisco en su proceso de beatificación (donde tuve el honor de participar como perito). A mi regreso a Buenos Aires me puede dedicar a la asistencia de un niño hemisferectomizado con ayuda de la informática. Este niño, Nico, cambió mi vida y la de muchos…A los tres años sufrió la extirpación de su lóbulo frontal derecho y con ayuda de la informática y de la dedicación incomparable de su familia y de sus docentes, terminó exitosamente sus estudios primarios y secundarios, y además, se convirtió en un artista pintor de talento y en un deportista excepcional, llegando a ser campeón de esgrima especial de España, donde reside. Escribí en Harvard un libro sobre su caso Half a brain enough, que tuvo buena repercusión y como profesor invitado puede convocarlo a Harvard para estudiar su caso en mayor profundidad con la tecnología más avanzada de imágenes cerebrales del momento. Años más tarde repetimos el estudio con nuevas tecnologías en el prestigioso Centro que en Saclay, Francia, dirige mi gran amigo Stanislas Dehaene. En el curso que dimos conjuntamente  en Harvard con mi querido colega y amigo Kurt Fischer, que lamentablemente ha fallecido, tratamos mucho sobre estos temas y creamos con otros colegas eminentes como Howard Gardner, una institución internacional  que aún perdura como IMBES International, Mind, Brain and Education School, cuya revista Mind, Brain and Education MBE, sigue liderando este campo apasionante. Finalmente en el 2005 Negroponte logró cumplir con su sueño de difundir internacionalmente un programa muy adelantado para su tiempo: entregar en propiedad una laptop por alumno y docente conectada libremente a Internet. El proyecto llegó a todos los continentes con el nombre de OLPC, One Laptop Per Child y yo tuve el privilegio de ser el Chief Education Officer de tamaño emprendimiento, que me llevó por innumerables países. Y tuve el enorme placer de ver que nuestro vecino Uruguay, fue el primero en el mundo en lograrlo! Pero aún estamos muy lejos de haber alcanzado nuestra finalidad, en estos momentos de la gravísima pandemia del Covid, donde quienes tienen conectividad pueden, en gran medida, seguir desarrollando sus actividades, especialmente en las escuelas y hospitales….a lo que se agregan los múltiples dramas emergentes en cada país y en cada cultura. Como dijo el Papa Francisco, somos todos hermanos….Su cercanía y apoyo a muchos proyectos de nuestra Pontificia de Ciencias, como la terrible situación del cambio climático, nos estimula a seguir trabajando. 

Pero seguimos, por  diferentes caminos, resolviendo paso a paso, cuando podemos, dificultades de todo orden en PAS, Pontifical Academy of Sciences, de la cual soy miembro desde el 2002. A lo que agregamos la reunión anual internacional a partir del 2005 sobre cerebro y educación que congrega a especialistas de prestigio internacional en el Instituto Ettore Majorana Foundation and Centre for Scientific Culture, Erice, Sicilia, una obra genial del gran físico italiano Antonino Zichichi, muy querido colega de PAS, nuestra Academia Pontificia de Ciencias en la admirable Casina Pio IV en el Vaticano. Espero que este resumen de varias décadas de trabajo podrá servir de guía, a través de los links apropiados, a los expertos interesados en algunos temas que he mencionado -en esta presentación “a distancia” – a vuestra Academia de Ciencias Médicas, que tanto me honra.